Muchos de nuestros miembros se toman un tiempo cada año para ser voluntarios en cosas como misiones dentales/médicas en el extranjero y clínicas dentales gratuitas ocasionales cerca de casa, brindando atención a las personas necesitadas.
Una miembro joven, la Dra. Vanessa Nakayama, nos envió un correo electrónico recientemente sobre su último trabajo misionero dental en su país de origen, Filipinas. Ella amablemente nos permitió compartir su mensaje con usted a continuación.
Esperamos que sus buenas palabras inspiren a otros a dar su tiempo, talentos, habilidades y conocimientos para ayudar a otros necesitados en todo el mundo.
Tuve la suerte de ser traductora voluntaria y asistente en las cirugías de labio y paladar hendido aquí en Filipinas y aprender de los médicos que vinieron de los EE. UU. Esta fue una bendición dada por Dios y una oración respondida al mismo tiempo porque siempre fue un sueño mío ser parte de tal misión y compartir lo que amo hacer con estas pequeñas almas valientes. Sus sonrisas me dan el coraje para trabajar duro y nunca renunciar a mi sueño de ser especialista en odontología pediátrica y defensora de cuidados especiales. Bueno, eso es solo la mitad del viaje, porque quiero integrar un protocolo biológico/integrador para niños. ¿Por que no? 🙂
Después de un mes, participé en otra misión dental, fortaleciéndome con mi Familia Parroquial del Sagrado Corazón. Es mi séptimo año con esta misión para los hermanos y hermanas menos afortunados de nuestra vecindad aquí en la ciudad de Muntinlupa, Filipinas.
